La reunión, está dedicada a no olvidar y a homenajear a los maquis,
guerrilleros que murieron por las ráfagas y bombas de manos franquistas
en el campamento de Cerro Moreno, sito en Santa Cruz de Moya (Cuenca) y
cuyos restos óseos yacen en el cementerio de Teruel.
Las circunstancias precisas son historia, en muchos casos, olvidada; por
ello, celebramos un pequeño homenaje a quienes entregaron su vida en el
amanecer de una fría mañana de noviembre de 1949. Sólo sobrevivió uno de
ellos, de todos los que estaban ese día en el campamento.
Por contra, las fuerzas franquistas se formaban por las comandancias de
Teruel, Cuenca y Valencia, en una proporción desorbitada y, hasta se
podría decir, fuera de lugar. En el encuentro, no se les dio
“cuartelillo”, ni se les conminó a rendirse; fue una eliminación total,
en toda regla.
Es fácil hacer un paralelismo con lo sucedido en los Estados Unidos de
América, en la ribera de “Little Bighorn”, donde las tropas de
caballería fueron aniquiladas por un enemigo superior en número, en una
proporción de veinte a uno, aproximadamente. Los yanquis tienen un
ejército de historiadores, un centro de interpretación y memoria “in
situ” de los hechos acaecidos con causa en la soberbia y el afán de
protagonismo del Comandante de caballería.
Ni en lo más remoto, sucedió igual con la aniquilación de Cerro Moreno;
por cuanto, el Jefe de la Agrupación había arribado escasas semanas
antes desde Francia y no hubo tiempo de preparar ninguna táctica o
estrategia militar defensiva, más allá del “sálvese quien pueda”; ni
tampoco a los muertos se les consideró héroes o víctimas; sino
bandoleros. No murieron con las botas puestas; sino con las humildes
albarcas y alpargatas.
“Spain is different”, que dijo como slogan turístico un ministro
franquista; no obstante, algunos nos consideramos en la obligación de
dar a conocer aquellos valores de libertad y de justicia, reuniendo a
los socios y amigos de La Gavilla Verde en conmemoraciones, como la que
hoy fomentamos.
JULIO DE LA PARRA SEQUI
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