POR FIN
Con gran alegría nos hemos enterado, a través de los medios,
cómo el alcalde de Talavera ha dado su permiso para que se
puedan llevar a cabo los trabajos de búsqueda de los restos del
padre de Enriqueta Horcajuelo, encarcelado, torturado y
finalmente fusilado y enterrado en una fosa del cementerio de
esa localidad de Castilla La Mancha, en la madrugada de aquel
lejano 17 de octubre de 1942.
Ella tenía tres años y, como me pasó a mí, cinco años más tarde,
no puede recordarlo. Pero sí tiene, dentro de su corazón, un
amor intenso hacia su padre, aquel hombre bueno y luchador por
la justicia.
Una mujer buena, que en aquellas circunstancias trágicas,
intentaba ayudar a las familias, indicó el lugar donde Enrique
fue fusilado y enterrado, junto a la gran fosa de cientos de
fusilados de los años anteriores.
A pesar de que el gobierno actual niega la existencia de fosas,
son todavía muchas las que siguen reclamando, verdad, justicia y
reparación. Ha sido la fuerza del amor hacia su padre, lo que le
ha hecho persistir en la lucha por lo que cree justo, a pesar de
negativas, obstáculos y aún desprecios por parte de los que
tienen la obligación de llevar a cabo esta humana labor.
La Gavilla Verde, desde que se hizo cargo del caso, no lo ha
dejado ni un momento y ha luchado junto a ella.
En estos últimos días, cuando era imposible comprender la
actitud del ayuntamiento de este histórico pueblo de cerámicas,
murallas y ríos, Enriqueta y toda su familia, han contado con
muchas amigas y amigos de izquierdas pero sobre todo, personas
con humanidad y empatía, que se han lanzado a la calle mostrando
que no pararían hasta conseguir lo que creen justo. También los
medios se han puesto de parte de Enriqueta. Ha sido la fuerza de
de la unión la que lo ha conseguido.
¿Por qué tantos problemas?, ¿Por qué tanta lucha para conseguir
algo que debía ser normal y humano como recuperar un ser querido
durante tantos años ocultado?.
Pero ahora siguen los trabajos. Paleolab, el equipo que ha
llevado a cabo todas nuestras exhumaciones durante este siglo,
estudiará todas las circunstancias y, cuanto antes empezará los
trabajos pertinentes. Deseamos que el resultado sea el esperado,
pero Enriqueta, la del corazón enorme y fuerza imponente está
preparada para todo. Su enorme trabajo ya ha sido un homenaje
para su padre. Pero, el mucho tiempo transcurrido y los
misteriosos trabajos que se llevan a cabo en los cementerios y
en las fosas, a veces durante el día, y a veces con nocturnidad,
hacen crecer dudas hasta el final. Esperamos que nuestro final
sea el deseado por la familia de Enrique Horcajuelo Ramos al que
quitaron su vida los enemigos de la democracia, por defenderla.
Enrique era hijo de San Bartolomé de las Abiertas pueblecito
cercano a Talavera.
Mientras los especialistas programan el desarrollo del proyecto,
nuestra asociación está ya preparando el logro de aportaciones
para sufragar los gastos que estas labores conllevan.
Tenemos muy claro que las familias no han de sufragar nada, sino
que son los representantes del Estado, los que deberían
encontrar todos los desaparecidos. Ya que este gobierno no lo
hace, pues según él no existen, al menos que fuera el gobierno
quien aportara las cantidades necesarias, como hemos hecho en
todas las exhumaciones anteriores, mediante subvenciones de
Presidencia del Gobierno del Presidente anterior. Pero sabido es
por todos, que este gobierno se jacta de no dar ni un euro.
Instaremos al gobierno autonómico, a diputaciones, a alcaldes a
ver si llega a instancias la humanidad y empatía requerida.
Si no logramos el dinero público que es justo, miraremos de
abrir una cuenta entre todos los amigos de Enriqueta, abierta
también a otros nuevos casos en los que ya estamos trabajando.
La Gavilla Verde en su nombre y en el de la familia de Enrique,
agradece a cuantas personas han colaborado en la obtención de
este permiso, sean asociaciones, partidos o particulares y les
insta a proseguir en esta incomparable labor. Todavía hay mucho
por hacer, a pesar de tantos años transcurridos.
Adolfo Pastor.
Responsable de la Sección de Desaparecidos de La Gavilla Verde
Enrique Horcajuelo Ramos, otro caso difícil de exhumación
En La Gavilla Verde nos hemos alegrado mucho al enterarnos de
que el alcalde de Talavera, Jaime Ramos haya autorizado los
trabajos de búsqueda de los restos de Enrique Horcajuelo.
Ya en las XVII Jornadas El Maquis en Santa Cruz de Moya, que se
celebraron el 30 de septiembre y 1 de octubre de 2016, tratamos
este tema. En este sentido programamos una mesa que titulamos
“Exhumación en Talavera, complicaciones e injusticias”. En ella,
entre otras personas, participó Miguel Mateo Horcajuelo, nieto
de Enrique Horcajuelo que nos explicó las dificultades que
estaban teniendo para poder realizar la exhumación de su abuelo.
Nos contó que su abuelo está enterrado en el cementerio de
Talavera de la Reina, donde fue asesinado por defender sus
ideales republicanos. El problema era, tal como nos contó
después de las primeras solicitudes y contactos, que el
ayuntamiento no daba el permiso para realizar la exhumación,
incumpliendo de forma notoria la Ley 52/2007, de 26 de
diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos y se
establecen medidas en favor de quienes padecieron persecución o
violencia durante la guerra civil y la dictadura, más conocida
popularmente como la Ley de la Memoria Histórica.
El caso de la exhumación de Enrique Horcajuelo está resultando
muy difícil, como lo han sido otros y, por citar algunos, el
también notorio caso de Teófilo Alcorisa en Valencia y el de la
localidad de Monroyo. En todos los casos, a las circunstancias
de tantos años transcurridos desde la desaparición, se unen
todas las dificultades y trabas puestas por una administración
que debería velar para que todas las personas que deseen
encontrar a sus seres queridos que están desaparecidos y tirados
en las cunetas, puedan hacerlo y cerrar definitivamente uno de
los problemas que España arrastra desde el final de la contienda
de 1936.
Desde La Gavilla Verde, seguiremos trabajando para conseguir que
esto sea así y para ayudar a las familias que buscan a sus seres
desaparecidos y cubrir las necesidades que estas actuaciones
plantean. En definitiva, llegar a dónde, hasta el momento, no lo
hace el Estado Español, en todos los casos que se nos planteen.
José Gorgues
Presidente de La Gavilla Verde
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