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AURORA PIÑANA CLEMENTE, mi Madre.
Nació en AGUAVIVA (TERUEL), pertenecía a una de las
familias más pobres del pueblo. Trabajaba haciendo labores para la
gente, vivía en una casita muy sencilla en la parte baja del pueblo con
sus padres y hermanos. Según me dicen las personas de su época y los
familiares, era una chica muy guapa y cosía muy bien.
Se puso de novia con mi padre JOSE MIR CIPRÉS (el
Cona), hijo de una familia de propietarios de los más prósperos del
pueblo.
Mi padre, durante la guerra, se había incorporado al
ejército Republicano y, al salir de la cárcel, volvió al pueblo donde
tenía actividades políticas clandestinas y daba apoyo a los
guerrilleros. Sobre este apoyo, mi madre y también su hermano Manuel
ayudaban activamente, y, a causa de estas actividades, las autoridades
de la época la desacreditaron, como hicieron con tantas otras mujeres en
España, haciendo correr rumores de que estas personas tenían una casa de
citas.
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Se casaron en 1946 y yo nací en 1947. El mismo año,
descubierto por la guardia civil, mi padre tuvo que marcharse al monte.
Poco después, mi familia nos mandó a mamá y a mí a Barcelona para
escondernos, pues la guardia civil estaba siempre en casa de mis abuelos
y hermanos de mi padre investigando dónde se escondía (que por cierto,
no lo sabían). Sólo se sabía que estaba escondido en los pinares de los
alrededores del pueblo con los maquis.
El día 18 de Octubre del 1947, fue detenido junto con
JOSÉ MIR, lo trasladan a la cárcel de ALCAÑIZ.
Durante esta época, mi madre que sabía que su marido
se encontraba cerca del pueblo, se volvió de Barcelona para tratar de
verlo. Fue entonces cuando la guardia civil la detuvo en Septiembre
1947.
Mi abuela y tías la visitaron en MAS DE LAS MATAS y
ALCAÑIZ donde la trasladaron, hasta un día en que les dijeron que ya no
estaba ingresada que había sido liberada el 11 de Noviembre, pero nunca
más nadie de la familia volvió a verla.
Durante este tiempo y mucho más mi padre se quedó con
los maquis en el monte hasta que pudo pasar a Francia.
Referente a la desaparición de mi madre, mi padre
siempre me dijo que, por aquellas fechas llegó la información al maquis
que un grupo de personas habían sido asesinadas cerca de MONROYO y que
una de ellas era mi madre.
Mi padre murió en 1996; me pidió que sus cenizas
fueran dispersadas en un lugar que le recordaba a su padre y a su mujer.
Así lo he hecho.
MI DESEO ES PODER ENCONTRAR A MI MADRE QUE, DE MANERA
CONCRETA ESTÁ MUERTA Y NO DESAPARECIDA Y QUE POR FIN DESCANSEN LOS DOS
JUNTOS.
CONCEPCIÓN MIR PIÑANA, HIJA.
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