PARA LAS JORNADAS DE SANTA CRUZ DE MOYA 2003. MANUEL PÉREZ CUBERO. “EL RUBIO”. 

IV JORNADAS EL MAQUIS EN SANTA CRUZ DE MOYA. CRÓNICA RURAL DE LA GUERRILLA ESPAÑOLA. MEMORIA HISTÓRICA VIVA.

Santa Cruz de Moya, 2, 3 y 4 de octubre de 2003.

PARA LAS JORNADAS DE SANTA CRUZ DE MOYA
OCTUBRE 2003.

Manuel Pérez Cubero <El Rubio>.

A todas las organizaciones antifranquistas: Guerrilleras, campesinas y enlaces que no pudieron ver el resultado de los esfuerzos que hicieron para desembarazarse de la opresión Franquista, porque en el camino entregaron lo mejor y más valioso que tenían; la vida.

Los que hermanados junto a ellos en esta lucha, vimos con alegría el final de la dictadura franquista; también nos embarga un sentimiento de dolor y tristeza por la falta de reconocimiento a los que tanto dieron en su lucha por restaurar las Libertades Democráticas en nuestro país.

Esa juventud, mujeres y hombres que vieron truncadas sus vidas en aras de la libertad, reclaman como mínimo, el reconocimiento de la época que les tocó vivir, así como las circunstancias y el entorno en el que se desarrolló el movimiento clandestino antifranquista, el cual fue valuarte y referente en las diferentes etapas de lucha antifranquista. Solos ante un monstruo que en cada dentellada que nos daba segaba vidas llenas de juventud y esperanza en el devenir de España; y así se va escribiendo fragmentos de la Historia, en esa lucha sin tregua ni cuartel.

Solos, sin los apoyos necesarios en este momento, nos tenemos que defender: ya que el reloj corre y la vida se apaga para todos aquellos que en espera de que se reconozcan sus derechos de luchadores antifranquistas tanto a los vivos como a los que cayeron en la lucha, y continuamos en ella.

Nada puede enseñar a comprender el pasado al que se hace referencia, con opiniones sesgadas e interesadas, sacadas a hurtadillas a los protagonistas de la lucha; todas las opiniones tienen su parte de verdad y antes de plasmarlas en blanco y negro deben de ser contrastadas exhaustivamente en mi opinión, ya que es un deber ético y profesional del que las plasma en blanco y negro.

No utilizar el sentido común y entrar en la carrera de haber quien escribe más , es un grave error, ya que en muchas ocasiones, se distorsiona la verdad ó bien olvidan por error, decir las causas que motivaron una acción x. Por estas razones algunos escritos se convierten en detractores de la lucha armada; de los que lucharon; dando así pábulo a las fuerzas que las reprimieron, en detrimento de la verdad Histórica que se busca y que se desea conocer por la juventud contemporánea.

No niego el derecho a escribir a nadie, ni a opinar sobre la lucha clandestina y las guerrillas, pero si pido y reclamo que sean coherentes con su pensamiento, con lo que él siente en este momento y que se ajuste a aquella etapa que nos toco vivir, aquel calvario de represión, cárceles y campos de concentración, de la cual era divisa del régimen la temida Ley de fugas, aplicada a todos aquellos que por el mero hecho de pensar diferente, les era aplicada sin contemplaciones. Aquellos padres que arañaban a la tierra para sacar el sustento para sus hijos y a los que la Fiscalía de Tasas ó Cuerpo de Recaudación de grano les arrebataba el fruto de su esfuerzo.

El único deseo que nos unía era terminar con el régimen Franquista y restaurar la República, la Democracia y la Convivencia Nacional.

Esta unidad fue posible porque se gesto desde abajo, por la base a consecuencia de las atrocidades y atropellos de las fuerzas represivas del régimen Franquista. Nadie puede decir que tanto las organizaciones clandestinas de masas y en las guerrillas se hablara de derechas, ni de izquierdas, ni de siglas de partidos políticos, a todos nos unía el mismo deseo acabar con el Franquismo.

Esta unidad fue posible porque se hizo por la base, desde abajo sin componendas políticas. No cabe duda que en la clandestinidad era el PCE el que asumía los riesgos que se derivan de la organización y lucha antifranquista, asumiendo el papel dirigente; esto motivó que cuando por razones impuestas por el enemigo, los que se incorporaban a las guerrillas aceptaran sin traumas el papel dirigente del PCE, los cuales procedían de todo tipo de adscripciones como era PSOE, CNT, Católicos y gente sin partido, inclusive algunos industriales que dieron su vida también por esta causa.

Solos en cualquiera de los puntos geográficos de España, cubiertos por el mismo manto azul y estrellado, combatían sin tregua ni cuartel los antifranquistas, como así lo reflejaron las distintas agencias de información de la época y prensa extrajera en nuestro país ó de paso por él. Recapitulemos, cuando digo que la unidad en la lucha antifranquista se hizo por la base, es a causa de la sencilla razón de que los dirigentes políticos de los diferentes partidos que estaban en el exilio, difícilmente llegaban a un acuerdo, y si llegaban a él al poco tiempo se rompía, mientras que España se desangraba en su lucha por Liberarse del régimen Fascista de Franco y la Falange, sin más apoyo ni ayuda que aguantar y luchar con los medios que disponíamos.

Así pues, esta unidad a la que hago referencia es igual que el ejemplo que voy a describir: "es igual que una planta que uno siembra, con la esperanza de ver o tener una flor o recoger un fruto que se ha plantado, al cual has dedicado parte de tu esfuerzo y vida, cuando ves que ha echado raíces, podrán venir vientos racheados, los cuales la bambolearan, pero esta se erguirá nuevamente e ira tomando cada vez más fuerza si la cuidas y tratas bien, pero si por el contrario, vas rompiendo poco a poco la maceta, no la riegas; la raíz (la unidad) se irá entristeciendo y al final morirá sin ver tus deseos cumplidos".

Sólo hago esta referencia porque así se verá retratada en toda su crudeza el final de la lucha armada, y el papel dirigente del PCE en la misma; no fue que abandonáramos, como dice Felipe Alcaraz, por cansancio, no fue la guardia civil quien terminó con las guerrillas como dicen otros, sino porque el encargado de cuidar esa planta que se sembró y a la cual no le presto la atención debida, fue arrancada de raíz y abandonada a su suerte en el año 1952 sin mas contemplaciones.

Es doloroso que el responsable de esta acción culpe a los dirigentes de las guerrillas de ello, aplicándoles el lamentable Viaje sin Retorno (Los Desaparecidos).

Desentrañar esa incógnita, es asumir un reto histórico; un riesgo que asumiré en honor y recuerdo a todos aquellos que en los momentos dramáticos del Franquismo, con su actitud y valentía fueron los que marcaron el referente en esa lucha antifranquista.

Será el legado que dejare a los olvidados, al monumento de Santa Cruz de Moya, al que tanto respeto le debemos.

A veces, cuando trato de hacer alguna referencia sobre algo de lo expuesto, se me acusa y critica diciéndome que hago leña del árbol caído; nada mas lejos de la realidad en ningún momento he tratado de hacer leña del árbol caído, sino más bien he tratado de recoger las astillas de ese árbol caído por otros y tratar de recomponerlo, y ver por qué dicho árbol se ha caído, si fue empujado, talado ó que enfermedad padeció, para que en el presente y en el futuro no suceda y se repita; así como dejen de utilizarnos tanto a los vivos como a los muertos caídos en aras de la lucha por la libertad.

Voy a explicaros una situación que servirá de ejemplo al olvido que hemos sufrido: "Una vez en la parada del tranvía había una cola de personas esperando y un señor mira el reloj y acto seguido al cielo, así una y otra vez, hasta que se acerca una señora y le pregunta ¿Por qué cada vez que usted mira el reloj, mira al cielo? Y le respondió el Señor, mire señora en el tiempo que llevamos aquí, el Sputnik ya ha dado tres vueltas a la Tierra y aún no ha llegado el tranvía".

Pues bien, más de 25 años ó una generación llevamos de Democracia y al parecer no se han enterado que existimos, ni que en el pasado fuimos parte protagonista de la historia, y parece que no paso nada ni hicimos nada; y mientras, nuestros elegidos en el Parlamento actúan como se actuó en el pasado, sin unidad de criterios, cuando uno dice si el otro dice no, típico de la idiosincrasia española de no llegar acuerdos en aras de un objetivo común; y nos vemos como siempre relegados como si no fuésemos parte viva de la historia de lucha antifranquista.

FDP.

Manuel Pérez Cubero " El Rubio"
Madrid 30 de Septiembre de 2003