PEDRO GALINDO GUERRILLERO REPUBLICANO.
Después de una relevante actuación en el Maquis del
Gard al lado del héroe francés fusilado por Franco en 1946 Cristino
García, la suerte de Pedro Galindo Herrada fue desgraciadamente paralela
a la de su primo y cuñado Francisco Ros Herrada. Ambos eran hijos de
emigrados económicos de Mazarrón y juntos pasaron en septiembre de 1944
los Pirineos con la 21 Brigada de la Operación Reconquista de España
cargados con un arsenal de ilusiones, armas y propaganda de Unión
Nacional Española para reinstaurar la República. Fueron acogidos con
entusiasmo y anhelo en pueblos del Alto Aragón como Aguilaniu, Juseu,
Calasanz, Torreciudad y cayeron en Torre Peralta, término de Secastilla,
uno de sus puntos de apoyo en noviembre de 1944.
La Legación diplomática francesa se interesó por
ambos “maquis franceses” pero Galindo fue condenado a muerte acusado con
la típica retahila de “elemento peligrosísimo para la seguridad del
Estado, agente comunista al servicio de la URSS forjado en las escuelas
terroristas de Toulouse”. El Consejo de Guerra (7/5/1945) lo consideró
culpable de un “delito” idéntico al de miles de ciudadanos fieles a la
República durante la Guerra Civil: rebelión militar.
Conoció diez distintas cárceles franquistas, ni tan
siquiera pudo asistir al sepelio de su padre en 1946 y salió de prisión
en abril 1951. Luego aún tuvo que hacer 18 meses de servicio militar.
Con su esposa Esperanza llegó hasta Portbou con un “salvaconducto
especial de fronteras”, dio un rodeo a la aduana y accedió caminando a
tierras galas. Tuvo problemas de papeles durante meses y debió ocultarse
porque le amenazaban con devolverlo a España: era la Guerra Fría. En
Uzés (Gard) empezó a vivir, tuvo cuatro hijos y ha muerto siendo abuelo.
En el seno de diversas entidades y especialmente con
la AAGE-FFI del Gard-Lozère-Ardeche Galindo desarrolló una
extraordinaria labor para la recuperación de la memoria histórica,
contra el olvido, explicando el significado de la resistencia
antifranquista y manteniendo viva la reivindicación de la participación
española en la Resistencia francesa.
Y fue uno de los pioneros en erigir Santa Cruz de
Moya como capital rememorativa de la guerrilla antifascista en España
contra Franco y en Francia contra Hitler cuando en 1991 se levantó el
Monumento al Guerrillero Español y en 1999 cuando se celebraron las
primeras jornadas organizadas por la Gavilla Verde.
El Presidente Azaña escribió “Desgracia de vencidos
es cargar con su afrenta, padecer el sacrificio y, sobre eso, que les
nieguen la razón por arbitrio de la suerte contraria”. Pedro Galindo
pertenece a esa anónima nómina de personas que, derrotada la República,
intentó restaurarla y sobrevivió para contarlo hasta que su asma se lo
permitió.
Ha muerto un republicano. EPD.
Fernando Sánchez Agustí
RECUERDO DE PEDRO GALINDO.
Mi contacto con Pedro comenzó en 1999, concretamente
el tres de octubre. Por aquel entonces estaba totalmente sumergida en
una investigación que pretendía cubrir la actividad de los maquis por
una zona concreta de la provincia de Huesca: el Sobrarbe. Mi compañero
de trabajo, José Antonio Angulo, y yo llevábamos un tiempo contactando
con personas que hubiesen formado parte de esa historia y así fue como
localizamos a Pedro. No recuerdo quien nos dio su teléfono, pero
conseguimos hablar con él. Concertamos una entrevista, para el 3 de
octubre de 1999 pero yo, por diversas circunstancias no pude desplazarme
hasta Nimes (Francia) donde él vivía. Fue José Antonio y de aquella
entrevista trajo un material estupendo.
Pedro me llamó porque no habíamos podido conocernos
en persona y, a partir de entonces, comenzamos un intercambio de
llamadas bastante fluido. Finalmente pudimos encontrarnos. Fue en
Valencia, un año después de contactar por primera vez con él. Todo un
día juntos nos dio para hablar de muchas cosas y, principalmente, de
todo lo que él había luchado por tierras del Sobrarbe.
Recuerdo su especial acento hablando por teléfono. Un
perfecto español mezclado con el tono que había adquirido de pasar
tantos años en Francia. Recuerdo su pausada manera de hablar y la
intensidad con la que contaba aquella lucha por cambiar España.
Recuerdo, y nunca olvidaré, lo mucho que me ayudó y aportó en aquella
que fue mi primera investigación histórica.
Gracias Pedro Galindo.
IRENE ABAD. INVESTIGADORA.
HA MUERTO PEDRO GALINDO HERRADA.
Ha muerto Pedro Galindo Herrada.
Ha muerto un luchador incansable contra la
desaparición de la memoria guerrillera. Luchó en el Gard contra la
invasión nazi y en el Pirineo contra la invasión nacionalista. Cayó
preso y luego buscó el exilio.
Conocimos, en Santa Cruz de Moya, a Pedro Galindo en
las primeras celebraciones del Día del Guerrillero Español. Fue un
enlace, junto con Ángel Álvarez, entre nuestro ayuntamiento y las
agrupaciones de viejos guerrilleros españoles en Francia.
Él ha sido nuestro mejor embajador en Francia,
alguien que conectó desde el primer momento con el trabajo de La Gavilla
Verde.
Gracias a él, la Sección del Gard-Lozere de la
Amicale des Anciens Guerrilleros Espagnols en France (FFI), de la que
era secretario general, estableció un marco de colaboración con La
Gavilla Verde, adhiriéndose al Proyecto Sierra y Libertad, bajo la
referencia al Monumento a los guerrilleros en Santa Cruz de Moya.
No conocí personalmente a Pedro Galindo. Nunca
realicé el viaje prometido al Gard, ni su estado físico le permitió
asistir a nuestras jornadas y volver a contemplar el Monumento Nacional
al Guerrillero Español.
Entre nosotros han quedado cuatro años de amistad, de
correspondencia postal y de entrañables conversaciones telefónicas y el
deseo común de un día estrecharnos en un fraternal abrazo. No va a poder
ser. Ni siquiera podré asistir al entierro de este guerrillero que
pronto abandonó su amada España.
Pese a su ausencia, ha sido un personaje clave, un
puente de diálogo entre las asociaciones de España y Francia, un
coordinador nato que no renunció a dejar enterrada la lucha de los
guerrilleros en el olvido.
Este verano, me decía que por fin iba a ver cumplido
su sueño y nos entusiasmó la idea de poderle ver de nuevo en Santa Cruz
de Moya, pero, como en años anteriores, el viaje se truncó en el último
momento y no pudo ver cumplido su sueño. “Mi sueño es estar con vosotros
en vuestro pueblo antes de mi muerte que está próxima, me había dicho
este verano”.
Pedro Galindo, protagonista de la lucha armada
antifranquista, nos abandona y luchamos contra el desasosiego. Un
compañero, un amigo, un hermano... él, si que luchó por la llegada de la
democracia a España, no sabemos lo que harían los partidos, las
direcciones, los buró. Él tomó las armas y participó en la invasión del
Valle de Aran porque había que acabar como fuera con el franquismo.
Afirmaba: “ahora dicen que lo del Valle de Aran fue un fracaso y yo creo
lo contrario. ¿Si no hubiéramos hecho lo del Valle de Aran, quién se
acordaría de nosotros?”.
¿Quién recordará a los que se convirtieron en la
primera oposición al franquismo, los que lucharon cuando el ruido de la
guerra no había cesado a pesar de haber concluido la hecatombe?.
¿Quién recordará a los que se levantaron en armas
contra el exterminio?.
No cejó en su labor y periódicamente recibía en mi
buzón boletines, manuscritos y notas:
“A través de estos documentos que te remito, pienso,
que nuestros testimonios directos ayudaran a hombres como vosotros para
que las atrocidades que nosotros hemos vivido no se reproduzcan jamás;
contamos con vosotros”.
Siempre a tu lado.
Pedro Peinado. Presidente de La Gavilla Verde.
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