UN POCO DE HISTORIA
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Quisiéramos dar a conocer, con unas breves líneas, la
historia del día del guerrillero español y la del monumento al
guerrillero que sobre un cerro domina el valle del Turia y Santa Cruz de
Moya.
Se quiere responder a las preguntas que se hace el
visitante y corregir algunos errores, que han sido publicados en libros
y artículos y dar a conocer su origen, gestación y fines.
Para ello se han recogido los testimonios de Doménech
Serra, Maria Salvo, Lluis Martí Bielsa, Carme Casas de Amical de
Catalunya; Domingo Antón, exalcalde de Santa Cruz de Moya, Julián Antón,
alcalde actual, Nabor Sánchez, ex Diputado Provincial, Isaías Muelas,
Pedro Galindo, José Antonio Alonso, Ángel Álvarez de las FFI y los
vecinos de Santa Cruz de Moya. La publicación cuatrimestral L'Enllaç,
boletín interno de la Amical de Catalunya dels Antics Guerrillers
Espanyols a França que Lluis Martí Bielsa reunió y clasificó y los
documentos enviados por Pedro Galindo desde el Gard, han sido vitales
para dar a conocer estos pequeños detalles que también hacen historia.
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EL ORIGEN
La liberte n'est pas une chose dont on vous fait
cadeau. La liberte il faut la prendre.
En el año 1982, se inaugura en la localidad francesa
de Prayols, L'Ariège, el monumento a los Guerrilleros Españoles que
lucharon contra la ocupación Alemana.
En una de las placas que rodean la escultura que
simboliza un guerrillero armado, podemos leer en francés: “que la sangre
vertida en común por los maquisards y los guerrilleros cimienten la
amistad indisoluble entre los pueblos de España y Francia”.
Siguiendo el deambulatorio que rodea el monumento
hallamos otra placa: “Caminante di a nuestro pueblo que los españoles
supieron luchar por la libertad y morir por ella” ésta en castellano y
acompañada por la frase de I. Silone que inicia este apartado.
La idea de construir un monumento en recuerdo a los
españoles que cayeron durante la II Guerra Mundial había partido de las
asociaciones de los guerrilleros españoles en Francia. Se quería
reconocer y dignificar el papel jugado por los republicanos españoles en
la liberación.
A aquel acto acudieron representantes de las
asociaciones de exguerrilleros de diversos lugares de España. Entre
ellos una delegación de Amical de Catalunya. Y de aquel viaje partió la
idea de imitar a sus camaradas franceses.
El 12 de mayo de 1985 se celebra la Asamblea General
de Amical de Catalunya, en su punto 12 de sus acuerdos figura “Estudiar
la posibilidad de construir un monumento nacional al guerrillero”.
Dos objetivos van a orientar el trabajo de Amical, la
búsqueda de un lugar representativo y el carácter unitario de la
propuesta.
A. Céspedes, publicaba en L'Enllaç de
noviembre-diciembre de 1987, un artículo titulado, Pensando en el
Monumento al Guerrillero, y decía: “Será necesaria la participación de
todas las organizaciones de exguerrilleros del estado español como las
que puedan existir en Francia. Nada de impedir la colaboración
entusiasta de todo el mundo para conseguir la realización en el menor
tiempo posible de este monumento en un lugar digno y adecuado que sea
respetado y admirado por toda la gente progresista”.
Desde 1985 se establecen dos líneas de trabajo: La
búsqueda de un lugar y el acercamiento a las agrupaciones de
guerrilleros para compartir ese empeño.
UN LUGAR DIGNO, ADMIRADO Y RESPETADO POR LAS GENTES PROGRESISTAS.
Doménech Serra pensaba en las estribaciones de los
Montes Universales como el lugar idóneo donde levantar el monumento:
“cerca del núcleo orográfico de la península ibérica y de la divisoria
de aguas hacía el océano Atlántico y hacia el mar Mediterráneo. Es la
columna vertebral de la península y allí se estableció la Agrupación
Guerrillera que mejor se organizó y combatió, la de Levante y Aragón”.
El Cerro de San Martín era el lugar preferido. Allí
funcionó una de las emisoras que tuvo la AGLA. Viajaron hasta Valdemeca
(Cuenca). El acceso al cerro no cumplía con otros de los requisitos
indispensables para ubicar el lugar de encuentro, no era cercano a
ninguna carretera y su ascensión no era fácil para los veteranos
combatientes.
En 1986 se produce un hecho revelador. Fernanda Romeu
Alfaro publica La Agrupación Guerrillera de Levante. Más allá de la
utopía. La Diputación de Cuenca, con la que ya se habían entablado
conversaciones, avisa a los miembros de Amical de la presentación del
libro en la ciudad de Cuenca. El conocimiento de la autora y la lectura
de su libro, les ayudará a tomar la decisión que aún iba a tardar.
El 17 de enero de 1987, se habían reunido en
Barcelona representantes de las Asociaciones de Antiguos Guerrilleros
Españoles (AAGE) de Madrid, Valencia y Cataluña con el fin de
profundizar en el estudio de un acto conjunto para erigir el monumento.
Podemos leer en
l'Enllaç de noviembre de 1987, el
siguiente apartado: Invitamos a todos nuestros lectores, entidades y
organizaciones que nos envíen ideas sobre esta cuestión y las propuestas
para la forma y ubicación del monumento.
A esta tarea se entregó Doménech Serra, Maria Salvo,
Juliana, Lluís Martí Bielsa, Isaías Muelas y Sánchez Antón. Se propuso
finalmente que la ubicación del monumento fuera en Santa Cruz de Moya, a
la decisión ayudó Fernanda Romeu que indicó que en aquel pueblo en un
paraje llamado Cerro Moreno, había tenido lugar un hecho crucial para la
lucha guerrillera. El 7 de noviembre de 1949, fuerzas de la guardia
civil habían atacado el campamento donde se hallaba el Estado Mayor de
la AGLA, dando muerte a doce guerrilleros. Solo se libró Francisco Bas
Aguado, responsable político, que pudo huir.
Dentro de las resoluciones de 14 de enero de 1988 de
la Asamblea de AMICAL de Catalunya, se toman entre otros los siguientes
acuerdos.
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Para el monumento al guerrillero se hará una
contabilidad propia, con cuenta específica para la subscripción.
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Señalar como principales actos para este año, el
de Castellnou de Bages en primavera y el de Santa Cruz de Moya en el
otoño. Para organizar este último se estrechará la colaboración con
los compañeros madrileños y se concertarán todos los esfuerzos para
hacer posible el monumento al Guerrillero.
Se inician las conversaciones con el ayuntamiento de
Santa Cruz de Moya, presidido por Domingo Antón Tortajada. En una
primera votación se rechaza la propuesta. Entonces se empezaron a
barajar otras posibles ubicaciones. Boniches, Enguídanos y Ademuz, las
primeras en la provincia de Cuenca y la última en la de Valencia.
La propuesta fue presentada en una segunda votación,
durante la navidad y el Ayuntamiento de Santa Cruz de Moya aceptó ceder
los terrenos a los viejos guerrilleros. El maquis volvía a Santa Cruz de
Moya.
En una reunión celebrada en Cuenca, se proclamó el
primer domingo de octubre como el Día del Guerrillero Español. El 1 de
octubre de 1988 se concentran en Santa Cruz de Moya, guerrilleros,
amigos, familiares, viejos luchadores venidos de todas partes de España
y Francia.
EL MONUMENTO.
El monumento no pudo enclavarse en el Cerro Moreno,
este es un paraje apartado y de difícil acceso. No es algo que deba
extrañar, los campamentos guerrilleros en rara ocasión se instalaron al
borde de una carretera. Así que se hubo de recurrir al lugar donde ahora
podéis visitarlo.
Una vez conseguida la ubicación y la cesión de los
terrenos, era necesario encontrar el dinero con el que financiar la
obra. Se abrieron subscripciones e incluso llegó a convocarse un
concurso de ideas, que quedó desierto. Raquel Pelayo empezó a negociar
con las Instituciones públicas. Nabor Sánchez, diputado socialista y
Julián Córdoba, Presidente de la Diputación de Cuenca, apoyaron el
proyecto. Se encargó al escultor Javier Floren Bueno que diseñara la
escultura y esta sería “fabricada” en la Escuela Taller que en aquellos
momentos funcionaba en Moya.
“El tema de este monumento, me inspira a la
realización de esta escultura zoomórfica; paloma, símbolo de la paz, que
al tiempo se asemejan a dos manos unidas. Dos elementos que se acoplan y
forman una unidad. Una hermandad que habla de la unidad de los pueblos
de España.
Su carácter fuerte, robusto y al tiempo etéreo, como
un peine que acaricia el viento, viene reforzado por el material elegido
para su realización.
El cemento armado, material duradero que con el
tiempo se mimetizará con el paisaje y sus rocas, cogiendo de éstas sus
líquenes y musgos. Haciendo de esta escultura algo siempre vivo.
Las dimensiones están pensadas para que sean
armónicas con el espacio que ocupará. Aproximadamente 3 x 3 x 3 m.”
Eran las palabras de Javier Floren, tristemente
fallecido hace unos años.
El 6 de junio de 1991, se levantó en Santa Cruz de
Moya el monumento “En memoria de los guerrilleros españoles muertos en
la lucha por la paz, la libertad y la democracia al lado de todos los
pueblos del mundo” al que acuden año tras año, excombatientes,
familiares y simpatizantes.